lunes, 29 de mayo de 2023

Tesis sobre la angustia existencial - La Metamorfosis

 

La angustia existencial, el motor de nuestros cambios

La Metamorfosis de Franz Kafka

Guadalupe Lola Pereira

 

Las obras de Franz Kafka fueron de las más influyentes en el siglo XX. En ellas, abarca temas complejos como la condición del hombre contemporáneo, la culpa, la angustia, la muerte, la burocracia, entre otros. En este caso, hablaremos del rol que cumple la angustia existencial en La Metamorfosis.

En esta historia, de la noche a la mañana, Gregor Samsa se ve convertido en un insecto, por lo que de ahí en adelante las cosas serían muy distintas. Quedó encerrado en su habitación, ya no podía ir a trabajar para mantener a su familia, ni relacionarse con ellos; no tenía cómo comunicarse. Poco a poco la familia dejaba de tener interés por él, había dejado de serles útil, ahora simplemente era un insecto, y Gregor no podía hacer nada al respecto más que aceptar su destino. Él tenía una gran responsabilidad con su familia, razón por la cual empezó a sentirse como una carga para ellos, sobre todo en las dificultades económicas, porque ya no contaban con su gran aporte. Gregor comienza a cuestionar su existencia. ¿Acaso tal repugnante insecto podría beneficiar a su familia en algún aspecto? Empezó a angustiarse y rendirse, ya no tenía voluntad de esforzarse, luego de ver que no podía hacer nada con respecto a esta nueva realidad. Además, con el paso del tiempo, dejó de contar con el apoyo de su familia; cada vez eran menos las razones que podían motivarlo a seguir adelante. Ahí es cuando se manifiesta la angustia existencial, la cual condena a Gregor a su propio fin.

La angustia existencial es un sentimiento que suele acompañar las crisis existenciales. Se caracteriza por la ansiedad y el malestar que se produce cuando una persona se enfrenta a cuestiones existenciales, como las relativas al sentido de la vida, los valores, la soledad, la muerte y la libertad. Los seres humanos solemos hacernos preguntas a nosotros mismos. Suelen surgir preguntas como: “¿Cuál es mi propósito?” o “¿Es así como quiero vivir?”, y si no se encuentran respuestas satisfactorias, se produce un conflicto intrapersonal que puede llevar a una crisis existencial. Estas preguntas pueden surgir por distintos motivos, como cuando comenzamos a transitar una nueva etapa de la vida, graduarse de la universidad, cambiar de trabajo o jubilarse; la angustia existencial se puede experimentar en cualquier etapa de la vida, pero sobre todo a partir de la adolescencia, ya que es cuando los seres humanos comenzamos a tomar mayor conciencia de la vida y la muerte y también sobre nuestra propia identidad o vocación. También, cuando fallamos en satisfacer las necesidades sociales como el trabajo o las relaciones familiares o nos enfrentamos al hecho de que la vida es finita. La filosofía nos ayuda a hacernos este tipo de preguntas y plantearnos pensamientos de este estilo, las cuales son muy importantes para sumar conciencia a la vida, sin embargo, la filosofía, como muestra la historia, no ha aportado respuestas definitivas, al menos por ahora, a algunos interrogantes más frecuentes del corazón humano. Las respuestas a estas preguntas no son inmediatas, ya que si lo fueran no existiría angustia alguna.

El orador y autor internacional Yehuda Berg afirma que la angustia puede pasar por dos cosas, la decepción, estar decepcionados de la vida, o la falta de autoestima, el no sentirse bien con uno mismo y no valorarse. La angustia es un tema tan antiguo como el mundo, o al menos como la existencia de los humanos, ya que desde el nacimiento aparece la angustia. A lo largo de la historia, pueden haber evolucionado muchas cosas, pero la angustia, al ser un malestar tan antiguo como la vida misma, sigue teniendo las mismas razones que hace millones de años. Nos sentimos vacíos, sin motivación, sin deseo. Esto lleva a la depresión como un estado en el que rige la ausencia de voluntad e intención y la falta de ganas. No encontramos un propósito, una razón de ser, una vocación. Vivimos más en el futuro o en el pasado,  en vez de vivir en el presente. Pensamos constantemente en lo que va a pasar o en qué haremos en lugar de ubicarnos donde estamos ahora. Nuestras vidas pueden cambiar de un día al otro, como fue el caso de Gregor, sin previo aviso.

Si existe la angustia, es porque hay un conflicto, y si este está, entonces tenemos posibilidad de hacer algo, tanto para resolverlo o modificarlo. Uno de los fundadores de la psicoterapia existencial, el filósofo y psicólogo austriaco Viktor Frankl, describió tres factores, la creatividad, la experiencia y la actitud, estos hacen que la vida de una persona tenga sentido . A partir de estos, se desarrollaron recomendaciones para quienes atraviesan una angustia existencial. Algunas son, no intentar encontrar una solución definitiva, tal vez lo que hoy funcionó, en un futuro carezca de sentido, y viceversa, pero debemos enfocarnos en el presente. Pero además, aceptar aquello que escapa de nuestro control y desde allí  proyectar de qué manera continuar. Por otro lado, encontrarle sentido a la vida, el cual a uno le hace sentir pleno. El para qué estamos en este mundo y qué vinimos a hacer. También se recomienda compartir nuestros sentimientos con las personas que queremos, ya que estas pueden ayudarnos a resolver nuestros problemas, y si estas vivieron una situación similar a la nuestra, pueden aconsejarnos más fácilmente.

En conclusión, la angustia existencial puede sucederle a cualquiera de nosotros. Provocarnos preguntas, cuyas soluciones pueden existir o no, pero debemos procurar mantenernos en el presente, intentar estar acompañados, sentirnos bien con uno mismo y encontrar nuestro propósito. Si bien no son tareas simples, no sabemos lo que puede pasar mañana y como cambiarán las cosas, por lo que debemos intentar cumplirlas si no queremos atravesar de una manera profunda la angustia existencial.

viernes, 26 de mayo de 2023

Producción - La Metamorfosis

Nunca se sabe que pasará mañana…

La Metamorfosis de Franz Kafka

Guadalupe Lola Pereira

Franz Kafka es un reconocido autor checo nacido el 3 de julio de 1883 en Praga. Es un autor importante para la literatura y ha servido de gran influencia para varios escritores. Debido a su estilo personalísimo, ha sido calificado de “realismo mágico”, en sus obras expresa el desaliento del hombre ante el absurdo del mundo y fusiona elementos del realismo y lo fantástico. Algunas de sus obras más reconocidas son “El Proceso”“América” o “La Metamorfosis”, de la cual hablaremos en esta reseña.

La Metamorfosis trata sobre un chico, Gregorio, que al despertarse se encuentra convertido en un insecto. La necesidad de ir a trabajar lo lleva al intento desesperado de levantarse de la cama, mientras tanto, su padre, su madre y su hermana, lo esperan fuera de la habitación, pensando en el por qué de su tardanza, sin saber aun lo que le había pasado. El tren que debía tomar ya se había ido, el encargado, junto a la familia de nuestro protagonista, lo esperaba tras la puerta. El puesto de trabajo de Gregorio en el almacén estaba en riesgo. Momentos después, la familias y el encargado descubren la nueva apariencia de nuestro protagonista, y a partir de ahí, nada volvió a ser como antes. Durante la historia, se muestra como su metamorfosis va a avanzando y las decisiones de su familia ante esta nueva realidad.

Esta novela se convirtió en un clásico de la literatura, y tiene sus razones. Primero, tiene una interesante idea de la trama y un buen desarrollo de la misma. Cuenta con un amplio vocabulario y una buena explicación de los hechos. En cuanto a los personajes, el narrador logra transmitir sus sentimientos y preocupaciones a lo largo de la historia.  Deja una importante moraleja sobre como las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana, sin previo aviso. Además, transmite como al dejar de ser útil para el resto, se puede recibir mucha indiferencia y desprecio, como le pasó a Gregorio con su familia, que luego de haber hecho su mayor esfuerzo por ellos y su estabilidad económica, lo hayan tratado de esa manera. Sin embargo, a pesar de las características positivas que posee, la historia no logró atraparme del todo. Por momentos se hacía un poco pesada y no muy entretenida de leer.

En conclusión, este relato, dependiendo del lector, puede ser muy interesante o un tanto aburrida, en mi caso, podría decir que es un intermedio entre ambas. La recomiendo, pero considero que no a cualquiera le podría gustar. Le doy dos claves de sol y media de cinco.







Producción - Reseña Crítica - La Invención de Morel

Reseña Crítica Realizada con : Agustina Carrazzoni Un clásico inmortal que llega al alma La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares D...