La realización personal y la trascendencia literaria ante la muerte
Texto Argumentativo
– Guadalupe Lola Pereira
En
“El Milagro Secreto” podemos ver un claro ejemplo del estilo y la literatura de
Jorge Luis Borges, autor que supo trascender en el tiempo a través de su obra.
Al adentrarnos en la historia del cuento, observamos a Hladik, un hombre
condenado a muerte que pide cómo último objetivo cumplir con la finalización de
“Los Enemigos”, su obra.
En
la cita de Carlos Abreu Mendoza[1], podemos ver como
en "El Milagro Secreto" Borges utiliza factores propios de su estilo,
siendo fiel a la forma de escribir y narrar sus historias que tanto lo
caracteriza. Vemos cómo hace referencia a la búsqueda del infinito y a
cómo ciertas cosas pueden sobrepasarnos e ir más allá de lo que la finitud humana
podría, a través de elementos como el mapa de la India en el que Hladik se
encuentra a Dios o la Biblioteca, concepto donde se contiene todo
conocimiento.
Por un lado, si
hablamos de la elección del mapa de la India podemos decir que ésta no fue al azar, sino más bien fue una metáfora del universo, y de cómo en él se
presentan todas las formas posibles que abarca la mente de Dios, simbolizando
tanto la inmensidad y la infinitud como el desorden y el caos. Por otro lado,
se utiliza al concepto de Biblioteca como un símbolo profundo que va más allá
de un espacio físico que contiene libros. Borges se refiere a ella en varias
ocasiones (no sólo en este cuento sino también en varios de sus relatos) como
un universo casi en sí mismo, un laberinto del conocimiento que nunca termina.
Dichos temas siempre son tratados con una gran profundidad casi siempre
implícita, generando en quienes lo leen distintas interpretaciones de los hechos
y sus significados.
En
la cita analizada, se nos habla de cómo el protagonista no buscaba terminar su
obra para trascender en el tiempo e intentar “perder” su finitud, ni tampoco
para complacer a Dios, sino más bien para su realización personal y en búsqueda
de ese sentimiento de plenitud al lograr algo pendiente en su vida antes de que ésta le sea arrebatada. Sin
embargo, considero que aunque Hladik no necesariamente buscaba esa
transcendencia, la misma se le terminaría dando, ya que al terminar dicha obra, él
y su trabajo quedarían en el tiempo, a disposición de cualquiera que quisiera
revivir su presencia a través de dicha obra. Con esto último me refiero a cómo lo
que uno busca puede cumplirse y llevar a otros escenarios que no formaban parte
de la idea inicial. En el caso de Hladik, si bien este salió “perdiendo” frente
a los nazis al ser asesinado, a su vez quedará plasmado a lo largo del tiempo
gracias a la finalización de su obra.
Citando a Borges en una entrevista en la Universidad Nacional de Córdoba en 1985: “El consejo que me dio mi padre hace tantos años: que sólo escribiera cuando sintiera necesidad íntima de hacerlo, y que no pensara en publicar. Emily Dickinson[2] pensaba que publicar no es parte esencial del destino de un escritor; pero yo creo que si uno escribe cuando algo insiste en que uno lo escriba, ese resultado puede no ser desdeñable[3]”. En este fragmento, se hace referencia a la importancia de la autenticidad y la motivación interna que necesita la escritura, dando a entender que la realización personal proviene del acto mismo de escribir y no de la búsqueda del reconocimiento externo.
Ahora bien, ¿cómo podrían todos los
elementos de una obra y las infinitas interpretaciones que ésta puede producir
no trascender en el tiempo si están a tan sólo un título y un autor de ser descubiertas
por cada uno de nosotros? Si bien Borges no encontraba la realización en la
fama (al igual que Hladik), la misma se le presentó sin buscarla. Cada día que
pasa Borges se convierte en un autor aún más reconocido y que ha trascendido a
lo largo del tiempo, incluso más luego de su muerte. Por lo tanto, podemos
decir que Borges y Hladik no persiguieron el reconocimiento, pero su la obra
alcanzó por su riqueza, profundidad y vigencia lo
que les permitió trascender incluso después de dejar este mundo.
En
conclusión, podemos decir que Borges nos da a entender, como lo hace en muchas
de sus obras (por el simple hecho de no decir todas), que la literatura tiene
la capacidad de contener lo infinito y lo eterno; las infinitas posibilidades e
interpretaciones posibles, las incontables historias y los miles de sentimientos
plasmados en cada una de ellas, desafiando la finitud humana y sus limitaciones.
[1]Es un profesor asistente en Texas States University en San Marcos, Estados
Unidos. Cuenta con varios escritos y artículos que han aparecido en distintas
revistas. Entre ellos, se encuentran varios referidos a Jorge Luis Borges, como
lo es “Borges y
‘El milagro secreto’ de la creación literaria” en la Revista de la crítica literaria latinoamericana en el año 2009, del
cual se analiza la cita mencionada.
[3] Que merece ser desdeñado, tratado con desdén o con ostensible indiferencia o menosprecio; considerado inferior.
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