jueves, 25 de septiembre de 2025

Aparato Crítico - Eduardo Wilde

Aparato Crítico: 

   Eduardo Faustino Wilde nació el 15 de junio de 1844 en Tupiza, actual Bolivia, donde su familia se encontraba exiliada durante la dictadura de Juan Manuel de Rosas. Su padre, Diego Wellesley Wilde, era un comerciante de origen británico radicado en Salta, y su madre, Visitación García, provenía de Tucumán. Con la caída del régimen rosista, los Wilde regresaron a la Argentina, estableciéndose en el norte del país.

   Eduardo cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, un centro educativo que formó a muchos de los futuros dirigentes de la Generación del ’80, entre ellos Julio Argentino Roca, Victorino de la Plaza y Olegario Víctor Andrade. En 1864 ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1870 con una tesis titulada El hipo. Durante sus años como estudiante se destacó por su compromiso social, participando como voluntario en la lucha contra las epidemias de cólera (1867-1868) y fiebre amarilla (1871), experiencias que marcaron su carrera médica y su sensibilidad hacia los problemas de salud pública.

   Además, prestó servicios como médico militar en la Guerra del Paraguay, donde demostró su vocación y valentía. Tras su regreso a Buenos Aires, ejerció la docencia en la universidad, dictando cátedras como Anatomía, Medicina Legal, Toxicología e Higiene, y contribuyendo a la modernización del estudio de la medicina en la Argentina.

   Su carrera no se limitó al ámbito médico. Wilde también tuvo una activa participación política dentro del movimiento liberal de la Generación del ’80, que impulsó la consolidación del Estado nacional y la modernización del país. Fue diputado, ministro de Justicia e Instrucción Pública durante la presidencia de Julio Argentino Roca, y más tarde ministro del Interior con Juárez Celman. Desde esos cargos promovió leyes fundamentales como la enseñanza laica, el matrimonio civil y la creación del registro civil, medidas que consolidaron la separación entre la Iglesia y el Estado y favorecieron la educación pública. También tuvo una destacada trayectoria diplomática, representando a la Argentina en diversos países de Europa y en los Estados Unidos.

   Paralelamente, Wilde desarrolló una importante obra literaria, que se caracteriza por un estilo sobrio, irónico y profundamente humano. Su escritura combina observación crítica, humor y reflexión moral, lo que lo convierte en una de las voces más originales del siglo XIX argentino. Entre sus obras más importantes se encuentran TiniTiempo perdido, Prometeo & Cía.Viajes y observaciones y Aguas abajo, donde combina el relato de viajes, la memoria y la crítica social. A través de ellas, dejó testimonio de su tiempo y de su mirada sobre la Argentina moderna, sus contradicciones y desafíos.

   Wilde fue un hombre de ciencia, política y letras. En el ámbito sanitario, trabajó incansablemente por la mejora de la salud pública y la educación médica. En la política, defendió la libertad de pensamiento, el progreso científico y la secularización del Estado. En la literatura, aportó una mirada aguda y moderna sobre la sociedad argentina, anticipando rasgos del realismo y del modernismo.

   Falleció el 5 de septiembre de 1913 en Bruselas, mientras cumplía funciones diplomáticas. Sus restos fueron trasladados a la Argentina y descansan en el Cementerio de la Recoleta. El legado de Eduardo Wilde perdura como el de un intelectual integral, comprometido con el progreso, la ciencia, la educación y la cultura. Su vida refleja el espíritu de una época de transformación en la Argentina, en la que el conocimiento, la razón y la libertad fueron las herramientas para construir una nación moderna.




sábado, 20 de septiembre de 2025

Aparato Crítico - Lucio V. Mansilla

   Lucio Victorio Mansilla fue uno de los personajes más singulares del siglo XIX argentino: militar, político, diplomático, periodista y escritor, dueño de una vida marcada por viajes, aventuras y polémicas.

   Nació en Buenos Aires el 23 de diciembre de 1831, hijo del general Lucio Norberto Mansilla, héroe de la Vuelta de Obligado, y de Agustina Ortiz de Rosas, la hermana de Juan Manuel de Rosas. De joven mostró un carácter inquieto y pasional: tras un romance juvenil frustrado y una crisis vocacional fue enviado a viajar por Oriente y Europa, experiencias que dieron origen a su primera obra, "De Adén a Suez", de 1855.

   En 1853 se casó con su prima Catalina Ortiz de Rosas y Almada, con quien tuvo cuatro hijos, todos fallecidos jóvenes. Su vida pública se inició en 1856, cuando retó a duelo a José Mármol por ofensas a su padre en la novela Amalia. El episodio terminó en destierro, y en Paraná inició su carrera periodística, llegando a dirigir El Nacional Argentino.

   De regreso a Buenos Aires, combinó el periodismo con la milicia. Combatió en la batalla de Pavón (1861) y en la Guerra del Paraguay (1865-1868), donde también fue cronista bajo seudónimos. Su estilo crítico lo enfrentó con las autoridades militares. En 1868, apoyó la candidatura de Sarmiento, quien lo nombró coronel y Comandante de Fronteras en Río Cuarto. Desde allí organizó la célebre expedición a los ranqueles, narrada en "Una excursión a los indios ranqueles" (1870), su obra más célebre, premiada años más tarde en París.

   Mansilla participó activamente en la política: apoyó a Avellaneda en la crisis de 1874 contra los mitristas, fue diputado nacional, y luego gobernador del Territorio Nacional del Gran Chaco (1878-1880), donde intentó sin éxito un proyecto de explotación aurífera. Tras el fracaso, se marchó a Europa, aunque regresó en 1880 para respaldar la presidencia de Julio A. Roca, llegando a enfrentarse en un duelo de pistolas en plena efervescencia política.

   A lo largo de su vida desempeñó misiones diplomáticas en Europa, fue nombrado ministro plenipotenciario ante Alemania, Austria-Hungría y Rusia, y escribió para la prensa porteña desde el extranjero. En el plano literario, además de su obra sobre los ranqueles, cultivó el teatro (con piezas como "Una venganza africana" y "Una tía") y las causeries, un estilo de crónica ligera, conversada y crítica, publicadas cada jueves en el diario durante mas de 10 años, reunidas en "Entre nos". También publicó obras de reflexión como "Retratos y recuerdos", "Rosas, ensayo histórico-psicológico", "En vísperas", "Un país sin ciudadanos" y "Mis memorias".

   Tras la muerte de su primera esposa, se casó en Londres en 1899 con Mónica Torromé, mucho menor que él. Desde entonces alternó su vida entre misiones diplomáticas, viajes y escritura, hasta establecerse definitivamente en París en 1906. Murió allí, en su departamento de la Rue Víctor Hugo, el 8 de octubre de 1913, a los 81 años.

   Mansilla fue recordado como un aventurero, polemista y escritor brillante, cuya vida atravesó la política, la milicia y la literatura de la Argentina decimonónica.



lunes, 8 de septiembre de 2025

Aparato Crítico - Juan Bautista Alberdi

 Aparato Crítico:

   Juan Bautista Alberdi nació el 29 de agosto de 1810 en San Miguel de Tucumán, pocos meses después de la Revolución de Mayo. Su madre, Josefa Rosa de Aráoz, murió al dar a luz, y su padre, Salvador Alberdi, era un comerciante de origen vasco que falleció cuando Alberdi tenía 11 años. Al quedar huérfano desde muy joven, fueron sus hermanos mayores quienes se ocuparon de su educación.

   En 1824 se trasladó a Buenos Aires, donde ingresó al Colegio de Ciencias Morales y comenzó a vincularse con las ideas ilustradas y liberales que marcarían toda su vida. Más tarde estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires, aunque no llegó a graduarse en esta debido a su postura crítica hacia el gobierno de Juan Manuel de Rosas. Por esta razón se exilió en Montevideo y luego en Chile, donde finalmente obtuvo su título de abogado.

   Durante su juventud, Alberdi formó parte de la Generación del 37, un grupo de intelectuales que, inspirados por las ideas del romanticismo y el liberalismo europeo, promovían la libertad, la educación y el progreso como pilares fundamentales para construir una nación moderna. En ese contexto, escribió ensayos y artículos en los que defendía la república, la división de poderes y los derechos individuales, oponiéndose firmemente al autoritarismo.

   Tras la caída de Rosas en 1852, Alberdi publicó su obra más importante: “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”, un texto fundamental que propuso los principios sobre los cuales debía organizarse el nuevo Estado argentino. Su pensamiento influyó decisivamente en la Constitución Nacional de 1853, razón por la cual se lo considera el “autor intelectual” o “fundador ideológico” de la organización constitucional del país.

   Posteriormente, Alberdi fue designado representante diplomático de la Confederación Argentina en Francia, Inglaterra, España y ante la Santa Sede. Desde Europa, defendió la posición de la Confederación en los conflictos con Buenos Aires y continuó escribiendo sobre política, economía y derecho. Entre sus obras más destacadas se encuentran: El Gigante Amapolas, Sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina y El crimen de la guerra. A fines de la década de 1870 regresó brevemente al país y participó en los debates sobre la federalización de Buenos Aires, aunque luego se exilió nuevamente en Francia, donde pasó sus últimos años. 

   Falleció el 19 de junio de 1884 en Neuilly-sur-Seine, cerca de París. En 1889 sus restos fueron repatriados y hoy descansan en la Casa de Gobierno de Tucumán. El legado de Juan Bautista Alberdi es inmenso: fue un pensador liberal que sentó las bases de la organización política, jurídica y económica de la Argentina moderna. Sus ideas defendieron la libertad, la igualdad ante la ley, la educación como motor del progreso y la limitación del poder del Estado. En su honor, cada 29 de agosto, día de su nacimiento, se celebra en Argentina el Día del Abogado.




lunes, 1 de septiembre de 2025

Aparato Crítico - Domingo Faustino Sarmiento

Aparato Crítico:

    Domingo Faustino Sarmiento nació el 15 de febrero de 1811 en San Juan, Argentina (sin embargo, algunas fuentes sostienen que nació el 14 del mismo mes pero fue registrado al día siguiente). Fue hijo de José Clemente Sarmiento y Paula Albarracín. Creció en un ambiente de humildad, con la fuerte influencia de su madre, quien sería su referencia moral constante.

   Desde niño mostró curiosidad por aprender. Asistió a la Escuela de la Patria en San Juan, pero su educación formal fue irregular. Aprendió de distintos maestros ocasionales; comenzó a trabajar muy joven como dependiente de tienda mientras leía con ahínco y profundizaba su interés por la historia, los idiomas y la literatura. 

   En 1825, luego de que su tío José de Oro fuera desterrado, lo acompañó a San Francisco del Monte, en San Luis, donde ambos organizaron una escuela. Ahí aprendió latín, enseñó a otros y comenzó a definir su vocación por la docencia. 

   Durante los años siguientes, vivió en San Juan, entre trabajos modestos, estudios autodidactas, y también se involucró políticamente en el ambiente de las luchas entre unitarios y federales. En 1829 siguió al general José María Paz en la causa unitaria, y más tarde, cuando las fuerzas federales bajo liderazgo de Facundo Quiroga tuvieron peso, Sarmiento se vio obligado al exilio. 

   El exilio lo lleva a Chile en 1831, donde realiza tareas diversas: trabaja como maestro, minero, funda escuelas, participa en publicaciones. Desde allí también empieza a construir su pensamiento político y cultural. Su obra literaria comienza a consolidarse, y entiende que los viajes, los modelos extranjeros, las instituciones educativas modernas son ejemplos que pueden ayudar a la transformación argentina. 

   Uno de sus textos más significativos, Facundo, o civilización y barbarie, el cual habla sobre la vida de Juan Facundo Quiroga, comenzó a publicarse en 1845 como folletín en El Progreso en Chile. En este desarrolla la idea de que para superar la división interna de Argentina, había que enfrentar lo que él llamaba “la barbarie” (representada en el caudillismo, la dispersión, la dominación regional tradicional, la falta de institucionalización) mediante la civilización: educación, orden, inmigración, infraestructura, adopción de modelos extranjeros. 

   En su vida personal, Sarmiento tuvo relaciones complejas: por ejemplo, su hija Ana Faustina, nacida en exilio; relaciones con Aurelia Vélez, figuras políticas cercanas, aportes afectivos y reflexivos. Regresó definitivamente a la política argentina institucional en los años de organización nacional. Fue gobernador de su provincia natal, delegado en distintos cargos públicos, senador, diplomático. En 1868 fue elegido Presidente de la Nación, con Adolfo Alsina como vicepresidente. Durante su presidencia (1868-1874) promovió políticas de expansión de la educación pública, de construcción de infraestructura como ferrocarriles y telégrafos, mejoramiento de comunicaciones y salud pública. También impulsó la inmigración europea con la idea de modernizar el país. 

   Sarmiento murió el 11 de septiembre de 1888 en Paraguay. Como legado dejó una vasta obra educativa, literaria y política, con tensiones y contradicciones, pero con un impacto profundo en la concepción argentina del Estado-nación, de la educación como motor del progreso, y del contraste entre civilización y barbarie como lente para entender la sociedad. 


Presentación del Ensayo "Entre Pasos y Palabras"

Presentación:    A continuación adjunto el link de la presentación en canva de mi Ensayo "Entre Pasos y Palabras" sobre la causeri...